La conciliación entre agricultura y medio ambiente no sólo es conveniente, sino necesaria, ya que aquella, para ser viable a largo plazo, no ha de influir negativamente sobre el medio natural. Sin embargo, casi todo el mundo coincide con este planteamiento, pero no así en la metodología a utilizar y la solución no es sencilla, porque cada parte utiliza argumentos de peso.
¿Intensivismo o extensivismo? El debate no es sencillo. Como técnicas agrícolas blandas con la naturaleza se encuentran la agricultura ecológica y la agricultura extensiva. La Unión Europea ha apostado por la extensificación de la Agricultura y el apoyo de la agricultura ecológica para una mejor protección del Medio Ambiente. Pero no faltan conocidos ambientalistas, como J.E. Lovelock[1], que propugnan lo contrario: un laboreo intensivo, uso masivo de fertilizantes, pesticidas y selección de variedades, ya que argumentan que mediante estos métodos la producción por superficie es muchísimo mayor y, por tanto, se pueden liberar estas tierras para bosques y espacios naturales.
Por razones antropogénicas o no, el cambio climático es un hecho. ¿Cómo afectará a la agricultura, sobre todo de los países mediterráneos, sobre la que parece que va a incidir en gran medida? Es otro interrogante relacionado con este tema.
[1] James Ephraim Lovelock es un científico independiente. Químico ambientalista y autor de la Hipótesis Gaia, sostiene que la Tierra es un sistema autorregulado y propugna el uso de tecnología química y nuclear para frenar el deterioro del planeta y evitar que el sistema atmosférico llegue a un punto de retorno que lo desestabilice.
No comments:
Post a Comment